The Omen: escenas detrás del filme de culto
The omen (Richard Donner, 1976) es un filme clásico de culto, considerada como una de las películas de terror más logradas de la historia. Admirada hasta hoy en día por sus impactantes escenas y actuaciones bien logradas.
La profecía tuvo esa fuerza a la hora de hacer sentir al espectador un peligro casi omnipotente, como también lo hacía «El exorcista» (The Exorcist. William Friedkin, 1973). El terror sobrenatural se ponía de moda y el desarrollo del subgénero culminaba en multitud de películas censuradas, pero igualmente apreciadas por el público más fiel.
SOBRE LA TRAMA
Robert y Katherine son un matrimonio cuyo hijo nace muerto. Para que la mujer no sufra con esta noticia, Robert suple al bebé fallecido por un niño huérfano que, en realidad, tiene un origen más que siniestro. Esto se revela a los pocos años, cuando se descubre que el pequeño Damien es el Anticristo y la gente que se encuentra a su alrededor comienza a sufrir las consecuencias.
Al principio, las muertes pueden parecer casuales, pero el número cada vez mayor de gente que pierde la vida y que tenía algún vínculo con el niño hace que Robert abra los ojos y entienda que, para evitar el fin del mundo, hay que matar a Damien.
El director Richard Donner, no era para nada un desconocido antes de filmar la película. A mediados de los setenta del siglo pasado ya acumulaba decenas de trabajos detrás de la cámara, aunque la inmensa mayoría para la pequeña pantalla. De todas maneras, al no ser un novato en la dirección y contar con una historia y un reparto más que interesantes, Donner aprovechó la oportunidad y se labró una filmografía repleta de títulos legendarios.
A continuación les dejamos algunas fotos tomadas durante el rodaje de la película:
SOBRE EL PROTAGONISTA
Harvey Stephens tenía solo cuatro años cuando se presentó al casting de The Omen y cinco cuando empezó el rodaje. Era un niño inglés, de tez muy blanca, rubio y con grandes dotes para la interpretación que dejó a todos con la boca abierta al meterse con una naturalidad aplastante en la piel del «Anticristo».
El director, que posteriormente rodaría otras cintas míticas como «Superman» o «The Goonies», aseguró en una entrevista que dio el papel a Harvey porque el chico no dudó ni un momento en pegarle una patada en los testículos cuando se lo pidió. No tuvo que insistir ni darle explicaciones. Simplemente lo hizo a la primera y con todas sus ganas, además de arañarle la cara. Eso sí, para borrar el aspecto angelical que le otorgaba su rubia cabellera, el niño tuvo que teñir su pelo dorado por un tono más oscuro que endureciera sus facciones.