Mission: Impossible – Dead Reckoning, parte 1, mucha acción en una extraña historia

Después de sus hazañas para salvar el negocio del cine con «Top Gun: Maverick», salvar el mundo parece una tarea relativamente simple para Tom Cruise en «Misión: Imposible – La cuenta muerta, primera parte». Afortunadamente, esta vez tiene una ayuda espléndida, en esa rara película de verano de 2023 que tiene el alcance y el peso, con una amenaza de IA oportuna, para respaldar su marco «Continuará».

Aunque esta «Misión» reúne a muchos rostros familiares de la historia de la franquicia teatral de 27 años, hay nuevos actores secundarios clave en Hayley Atwell, que ya es una presencia de espionaje comprobada gracias al Agente Carter de Marvel; y Pom Klementieff, aquí elegida como lo que equivale a una villana de Bond muy alejada de su personaje de «Guardianes de la Galaxia», que continúa llenando el equipo de «Misión» con talento europeo en papeles clave.

En cuanto a la misión antes mencionada («si decide aceptarla»), se presenta a través de una apertura que se siente sacada de «La caza del Octubre Rojo», que involucra un submarino nuclear con capacidades de sigilo. La nave entra en conflicto con una IA conocida solo como La Entidad, una inteligencia artificial que se ha vuelto sensible y un peligro terrible para el mundo entero, así como una oportunidad para quien la controle.

Ingrese a Ethan Hunt de Cruise, quien tiene suficiente experiencia para reconocer los riesgos inherentes al tratar de domar esa tecnología, se alistó para encontrar a una vieja colega, Ilsa (Rebecca Ferguson), quien puede tener la clave (literalmente, en este caso) para desbloquear sus secretos. . Pero la búsqueda de ese objeto potencialmente invaluable también involucra a una hábil ladrona, Grace (Atwell), así como a un malvado (Esai Morales) que se relaciona directamente con la presentación de Ethan al FMI, también conocido como Impossible Mission Force, cuya existencia ultrasecreta en sí misma proporciona uno de los varios chistes inteligentes sobre lo ridículo que es todo esto, junto con una referencia al «comportamiento pícaro habitual» de Hunt.

Acredite ese equilibrio entre la hazaña de acción masiva y los guiños hacia la audiencia al director/coguionista Christopher McQuarrie, quien, en una mejora con respecto a las otras partes de este verano, «Fast X» y «Spider-Man: Across the Spider- Verse”, ofrece una película completamente realizada que abarca unos 160 minutos, mientras deja espacio para lo que viene a continuación.

Por supuesto, el formato de dos partes permite a los cineastas disfrutar de algunos de sus impulsos de serie limitada, desde el tiempo dedicado a planear la misión de Ethan hasta una escena de persecución en Roma (también el escenario de una secuencia de «Fast X» que no saber cuándo pisar el freno) que, si bien es entretenido, se prolonga demasiado.

Aún así, las emociones necesarias están ahí, así como las florituras que el público espera de la franquicia «Misión: Imposible», desde las máscaras y disfraces ornamentados (un elemento básico del programa original también) hasta las acrobacias que desafían a la muerte ( claramente una actualización de la fórmula hecha para las películas).

Para cualquiera que espere que Cruise disminuya la velocidad, aunque sea un poco, a medida que se acerca a la elegibilidad de AARP, olvídelo, ya que «Dead Reckoning», la séptima película de una serie hábilmente reinventada a partir de las cenizas de un programa de televisión impregnado de sensibilidades de la Guerra Fría, presenta varios Maniobras aéreas absolutamente asombrosas, muchas de ellas escenificadas durante el encuentro culminante en y alrededor de un tren en movimiento.

El éxito explosivo de «Top Gun» podría haber avivado expectativas irrazonables para el seguimiento de Cruise, pero al igual que esa película, esta es una película grande y musculosa con una sensación casi retrospectiva en términos de su deseo refrescantemente abierto de entretener.

Queda por ver si ese es el antídoto para lo que hasta ahora ha sido un verano bastante indiferente en taquilla, pero aunque Hunt no compra exactamente un boleto, como el tren en el que aborda, el mejor consejo es aguantar y disfrutar. el paseo.