Indiana Jones, Dial of Destiny, es un cierre perfecto para un legado que finalizó

Comenzando con Raiders of the Lost Ark en 1981, la franquicia fue concebida por George Lucas y Steven Spielberg como un retroceso a las aventuras pulp de la década de 1930, una versión moderna de un género que había pasado de moda durante mucho tiempo. En el proceso, inventaron un lenguaje visual completamente nuevo que se volvería más familiar para las nuevas generaciones de cinéfilos que las viejas y chirriantes series que lo inspiraron. La gente tiene expectativas para una película de Indiana Jones, y se basa completamente en lo que recuerdan de su película favorita de Indiana Jones.

Eso es lo que hace que Indiana Jones y Dial of Destiny sean un canto de cisne tan fascinante, aunque imperfecto, para la franquicia. James Mangold (Logan, Ford v Ferrari) toma el relevo como director de Spielberg, cuyo estilo indeleble dejó un sello tal en la franquicia que su ausencia ocupa un lugar preponderante incluso en los momentos más fascinantes de Dial of Destiny.

Dial of Destiny es una película retrospectiva en más de un sentido, hecha tanto a la sombra de Spielberg como en homenaje a las aventuras pulp que comenzaron todo. Si bien no está a la altura de ninguno de los dos, la alegría de Dial of Destiny está en cómo logra capturar el espíritu de ambos y finalmente cierra el círculo del concepto original de Indiana Jones.

Dial of Destiny tiene lugar en 1969, 25 años después de que Indy, Harrison Ford, y su colega Basil Shaw Toby Jones, recuperaran un precioso artefacto de los nazis llamado Archimedes Dial. Pero como es el caso de muchos Indiana ,Jones McGuffin, hay más en el Dial de Arquímedes que solo su significado histórico: en realidad puede ser la clave para viajar en el tiempo. Este detalle es más importante para la vida de Indy de lo que le gustaría. A sus 70 años y a punto de jubilarse, ya no puede seguir el ritmo de una generación que prefiere mirar a las estrellas que a su propia historia. Cuando la hija de Basil y ahijada de Indy, Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge), irrumpe en su vida en busca del dial, se ve arrastrado a una última aventura.

La mayor crítica que se le hace a Dial of Destiny es que se siente como una copia de una aventura de Indiana Jones, pero esto es una característica más que un error. El Indy que conocemos en Dial of Destiny es un Indy más antiguo que los tiempos han dejado atrás. Estados Unidos está en medio de la carrera espacial y ni sus estudiantes ni Estados Unidos tienen ningún interés en los fósiles antiguos.

Algunos agentes solo se involucran en la búsqueda frenética del Arquímedes Dial por obligación con Jürgen Voller, Mads Mikkelsen, deliciosamente siniestro, un científico que fue fundamental para llevar a Estados Unidos a la luna. Pero Voller también es un ex nazi que se cruzó con Indy durante esa fatídica misión hace 25 años, y está obsesionado con la idea de usar sus propiedades de viaje en el tiempo para «arreglar» la historia. La búsqueda de Indy, entonces, se convierte en una misión para proteger la historia misma.

El dilema de Indy como un hombre abandonado por la historia y repentinamente encargado de salvarla se explica mejor en la secuencia de apertura de 25 minutos de la película que presenta a un Harrison Ford envejecido, una elección que ha estado en el centro de mucha controversia inmerecida. La cámara de Mangold se mueve enérgicamente a través de edificios en llamas y compartimentos de tren abarrotados de un tren a toda velocidad mientras un Indy más joven se abre camino a través de oleadas de nazis. Esta es la versión de Mangold del clásico Indiana Jones, y es una versión enérgica y contundente llena de ese espíritu de aventura.

Pero la secuencia también tiene ese efecto involuntario de envejecimiento que The Irishman de Martin Scorsese aprovechó: aunque el CGI es perfecto en primeros planos, Ford todavía se mueve y habla como un hombre mayor. Da el efecto de esta secuencia de flashback sintiéndose como un recuerdo distorsionado. Cuando un Indy mayor persigue el Archimedes Dial después de que Helena lo robó, su celo sorprende un poco a un jubilado abatido en sus últimos años.